Nuestro nombre es "Ermitañas del Corazón de Jesús", en cuyo contenido está enmarcada nuestra Espiritualidad: Morar permanentemente en el Corazón de Jesús, significado en la Celda donde la Ermitaña habita para estar a solas con Jesús presente sacramentalmente en su Capilla Privada, contemplando el Amor Humano y Divino de Dios hecho Hombre. Correspondiendo a ese Amor desde nuestra realidad de mujeres y consagradas, representamos el Amor Esponsal de la Iglesia; por nuestra Alianza Nupcial con Cristo y por la ofrenda de nuestra vida entera, la Iglesia en nosotras se ofrece, ama, vive en adoración y alabanza, esperando anhelante la unión definitiva con Cristo en la gloria.
Nuestro carisma está unido al Misterio de la Encarnación con toda la riqueza que esto encierra; Dios nos comunica Su gozo de hacerse Hombre para mostrarnos Su Amor, desde la ternura de su llegada en Adviento y Navidad, hasta la consumación plena de su ardentísima Caridad en la Cruz, en la Resurrección y en la Eucaristía.
Nuestra forma de vivir es una combinación entre soledad y compartir fraterno, y está enmarcada en la Clausura como signo externo del Desierto donde el anacoreta o ermitaño vive sólo para Dios. No es una soledad aislada, individualista, sino con unos Estatutos, en obediencia y con compromiso de servicio entre nosotras organizado, pues queremos asumir con conciencia el deseo del Corazón de Cristo expresado en su Mandamiento Nuevo.
Si alguna joven interesada, que sienta en su corazón el deseo de ser de Jesús y quiera conocernos, puede enviarnos mensaje por el teléfono: +584147277073
Por los momentos no podemos recibir de otros países, sólo las que vivan en Venezuela.
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